Pruebas para estudio inicial de inmunodeficiencias para la producción de anticuerpos

Las inmunodeficiencias más frecuentes son las que tienden a desarrollarse en la edad adulta y afectan a la producción de anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas del sistema inmune encargados del reconocimiento de los gémenes y la activación de diferentes células de la inmunidad. Son producidos por dos tipos de células: linfocitos B o células B y células plasmáticas. Ambas están muy relacionadas, siendo en cierta medida las células plasmáticas uno de los caminos evolutivos de los linfocitos B. Cuando el sistema inmune falla en la producción de anticuerpos ocurre una situación que denominamos hipogammaglobulinemia, construyendo esta palabra a partir del prefijo «hipo» (bajo), gammaglobulinas (anticuerpos) y el sufijo «emia» (en sangre), es decir, anticuerpos bajos en sangre. La hipogammaglobulinemia puede responder a varias causas y afectar a diferentes tipos de inmunoglobulinas, aunque cuando empleamos este término, suele ser porque afecta a prácticamente todos los tipos de anticuerpos. Los déficit de producción de anticuerpos pueden cursar con una disminución aislada de los anticuerpos de tipo IgA, de tipo IgM, de tipo IgG o afectar a varios de ellos. Cuando las deficiencias son sintomáticas suelen afectar a más de un tipo de anticuerpos, habitualmente IgG y alguno de los otros tipos de anticuerpos. Aunque la hipogammaglobulinemia puede predisponer a padecer diversas infecciones, un patrón habitual es el de infecciones respiratorias de vías bajas (bronquitis y neumonías) e infecciones gastrointestinales (diarreas) repetidas. Para conocer cuál es el grado de inmunocompetencia de la inmunidad de anticuerpos es preciso realizar varias pruebas que interrogan la cantidad de los anticuerpos y la función y distribución de las células que los producen.

Para evaluar correctamente una hipogammaglobulinemia, sobre todo las que afectan a más de un tipo de anticuerpos (IgG + IgA, IgG + IgM o IgG + IgA + IgM), es preciso conocer la cuantificación de los diferentes isotipos de anticuerpos IgG, IgA, IgM, IgE en sangre, conocer las subclases de IgG (IgG-1, IgG-2, IgG-3, IgG-4) y realizar un proteinograma e inmunofijación para descartar que la causa de la hipogammaglobulinemia sea debida a la presencia de una enfermedad hematológica.

Para evaluar la función de los anticuerpos, seguramente le pediré que se vacune con varios tipos de vacunas. Esto permitirá conocer con más detalle si las células productoras de anticuerpos están indemnes o presentan cierto grado de malfuncionamiento. Las vacunas más habituales son las de ANTÍGENOS POLISACÁRIDOS DE NEUMOCOCO y de SALMONELLA TYPHI y las vacunas frente al TOXOIDE TETÁNICO. Como queremos evaluar si existe producción de anticuerpos tras las vacunas, son necesarias dos extracciones analíticas, una primera antes de las vacunas, y otra postvacunal a realizar entre 3 y 4 semanas tras la administración de las vacunas.

Por otro lado, es interesante conocer cuál es la distribución de los diferentes grupos (subpoblaciones) de linfocitos, entre ellos, los que producen los anticuerpos. Este estudio de MEMORIA B nos da información acerca de la cantidad de células B nuevas, cuántas ya se han entrenado frente al germen que reconocen y cuántas están produciendo anticuerpos. A continuación dejo una lista de códigos para la realización de estas pruebas:

REFERENCE        44789    INMUNODEFICIENCIA COMÚN VARIABLE Y DESÓRDENES RELACIONADOS , PANEL SECUENCIACIÓN MASIVA (NGS) 52 GENES

REFERENCE        75106    TÉTANOS ANTICUERPOS IgG SUERO

REFERENCE        55650    STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE ANTICUERPOS IgG SUERO

REFERENCE        66595    SALMONELLA TYPHI Vi ANTICUERPOS IgG SUERO

REFERENCE        75128    INMUNOFENOTIPO LINFOCITARIO (SISTEMA INMUNE) SANGRE TOTAL (INDICAR ESTUDIO DE MEMORIA B).


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