Anticuerpos anti-fosfolipídicos en fracaso reproductivo

Son autoanticuerpos que se unen a proteínas asociadas fosfolípidos que se encuentran ubicados en muchos tipos de células como en las paredes de los vasos sanguíneos aunque también en las células de la mucosa endometrial y en las derivadas del desarrollo embrionario (trofoblasto). Cuando se fijan a la célula diana pueden realizar varias funciones como activar la coagulación en el caso de las paredes vasculares o incluso cambiar el programa de funcionamiento de una célula, como en el endometrio o decidua.

Un resultado positivo para estos autoanticuerpos no se traduce en un riesgo inmediato para sufrir un episodio relacionado con activación de la coagulación (trombosis). De igual forma, un resultado negativo debe ser evaluado cuidadosamente cuando la sospecha de la presencia de anticuerpos anti-fosfolipídicos es alta. En estos casos recomiendo repetir la determinación en una laboratorio diferente. Esto se debe a que las técnicas de detección no están bien estandarizadas y no todos los kits de diagnóstico son capaces de detectar los anticuerpos de todos los pacientes. De igual manera, los profesionales debemos estar familiarizados con el diferente rendimiento de cada una de las técnicas de medida de estos anticuerpos, ya que los resultados no son directamente equivalentes ni puede establecerse el mismo umbral a partir del que considerar los valores como positivos.

Existen muchos anticuerpos anti-fosfolipídicos:

Los «clásicos» anti-Cardiolipina y anti-Beta-2-Glicoproteína-I (anti-B2GPI) que suelen determinarse son los IgG e IgM.

No obstante, existen otros anticuerpos anti-fosfolípidos llamados «no clásicos» porque se describieron o se vio su utilidad de forma posterior y que incluyen los anti-B2GPI de tipo IgA, los anti-fosfatidilserina/protrombina, los anti-anexina II, los anti-anexina V, los anti-fosfatidilcolina, los anti-fosfatidilserina, los anti-fosfatidiletanolamina, etc.

En nuestros datos, encontramos la presencia de estos anticuerpos en hasta el 29% de los pacientes de medicina reproductiva, alrededor del 20-25% de los pacientes con fallo de implantación recurrente y abortos recurrentes tempranos.

Los anticuerpos anti-fosfolipídicos pueden relacionarse en algunos pacientes con elevación de células NK en sangre. Esta asociación se ha observado en múltiples estudios y se ha relacionado con una mayor precocidad de los eventos obstétricos.

Los primeras determinaciones a realizar son:

  • Anticoagulante Lúpico: es un factor, posiblemente una mezcla de autoanticuerpos y proteínas sanguíneas, que al contrario que lo que su nombre sugiere, ejerce una actividad procoagulante. El problema con su nombre viene dado porque en la sangre extraída (ex-vivo), produce efectos antagónicos a los que produce en el organismo (in-vivo). Así, es capaz de alargar tiempos de coagulación. Su presencia persistente en el tiempo suele asociarse con fenómenos trombóticos. Existen dos métodos para su determinación, siendo ambos complementarios, el dRVVT, o derivado del veneno de víbora, indicando su nombre el origen de los reactivos que se utilizan para ponerlo de manifiesto, y la técnica basada en Sílice (Silica Clotting Time o SCT). Muchos compañeros en el campo del Síndrome anti-fosfolipídico vascular lo han relacionado con la presencia de anticuerpos anti-fosfatidilserina/protrombina, especialmente los IgM.
  • Anticuerpos anti-Cardiolipina IgG
  • Anticuerpos anti-Cardiolipina IgM
  • Anticuerpos anti-Beta-2-Glicoproteína-I (B2GPI) IgG
  • Anticuerpos anti-Beta-2-Glicoproteína-I (B2GPI) IgM

Estos cuatro anticuerpos anti-fosfolipídicos pueden determinarse mediante diferentes técnicas o metodologías. La correlación entre estas técnicas está muy lejos de ser aceptable, por lo que un resultado positivo por una metodología puede resultar negativo por otra. Esto ocurre especialmente en casos en los que la cantidad o concentración de los anticuerpos detectados es baja o está circundando el punto de corte.

Si la sospecha de su presencia es alta, mi recomendación será repetir la determinación por otra técnica diferente y si son positivos por una de ellas, mantener los siguientes exámenes en el laboratorio en el que han resultado positivos. Las técnicas de detección más habituales son>:

  • Metodología ALBIA: es una técnica basada en bolas magnéticas
  • Metodología Enzimoinmunoanálisis (EIA: es una técnica de determinación en fase sólida
  • Metodología ELISA: es el ensayo clásico con el que se describieron estos autoanticuerpos
  • Metodología Quimioluminiscencia (CLIA): es otra técnica basada en bolas magnéticas.

Si los anteriores fueran negativos y hubiera sospecha de la presencia de anticuerpos anti-fosfolípido, sería preciso estudiar:

  • Anticuerpos anti-Beta-2-Glicoproteína-I (B2GPI) IgA
  • Anticuerpos anti-Fosfatidilserinaprotrombina (PS/PT) IgG
  • Anticuerpos anti-Fosfatidilserinaprotrombina (PS/PT) IgM
  • Anticuerpos anti-Anexina V IgG
  • Anticuerpos anti-Anexina V IgM

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